Un hombre que trabaja en una fábrica de enlatados le confiesa a su mujer que está poseído por una terrible obsesión:
¡¡ Introducir su pene en la cortadora de pepinos!!.
Escandalizada la esposa le sugirió que consultara con un psicólogo. El marido le prometió que lo pensaría, pero todos los días le repetía la misma historia, hasta que ella harta, un día le dijo:
.-¡¡Pues mételo y no me fastidies más!!. Es tu problema , atente a las consecuencias, ¡tu verás!.
Días después el marido llegó cabizbajo, pálido y profundamente abatido.
.-¿Que pasó querido?.- le preguntó la mujer.
.-¿Te a cuerdas de mi obsesión por meter el pene en la cortadora de pepinos?.
.-¡Oh no!.- Gritó la mujer.-¡Dime que no lo hiciste!.
.-¡Si, si lo hice!.
.-¡Oh, por Dios!, y ¿que pasó, te dolió mucho?.
.-¡¡Me despidieron!!.- respondió el marido.
.-Pero... y ¿que pasó con la cortadora de pepinos?, ¿te hizo daño?.
.-No, no... a ella también la despidieron.
5 comentarios:
jajajaja muy bueno!!
En ningún momento dijo el que se tratara de una maquina,jajajajaja,cariños
ja,ja,ja, Ooooh lo que necesitaba unas risitas! Aunque creo que la esposa no sintio mucho alivio por.....
Gracias y besos
En Catalunya decimos:
"Donde tengas la olla,
no metas la po…"
(Si lo haces pierdes el trabajo,
este a demás puede perder la esposa)
Saludos
Si señor, un marido fiel y que le cuenta todo a su mujer.
Para que luego digan.....
Salut
Publicar un comentario