Cuentan que había una caravana en el desierto.
Al caer la noche la caravana se detiene. El muchachito encargado de los camellos se acerca al guia de la caravana y le dice:
.-Tenemos un problema, tenemos 20 camellos y 19 cuerdas, así que ¿Como hacemos?
El le responde:
.-Bueno, los camellos son bastante bobos, en realidad no son muy lúcidos, así que anda al lado del camello que falta y haces como que lo atas. El se va a creer que lo estás atando y se va a quedar quieto.
Un poco desconfiado el chico va y hace como que lo ata y el camello en efecto se queda ahí, parado como si estuviera atado.
A la mañana siguiente, cuando se levantan, el cuidador cuenta los camellos y están los veinte.
Los mercaderes cargan todo y la caravana retoma el camino.
Todos los camellos avanzan en fila hacia la ciudad, todos menos uno que queda ahí.
.-Jefe, hay un camello que no sigue a la caravana.
.-¿Es el que no ataste ayer porque no tenías soga?
.-Si... ¿como lo sabe?.
.-No importa. Anda y haz como que lo desatas, porque si no va a seguir creyendo que está atado y si lo sigue creyendo no empezará a caminar.
6 comentarios:
No hay nada mas preciado q la libertad, sin cadenas q te aten.
Precioso escrito.
Besos
Hay veces en que nosotros mismos nos atamos a convencionalismos, a nuestros miedos y a tantas otras cosas más... sólo soltando esas amarras podemos ser realmente libres.
Hermosa entrada. Muchos saludos desde Berlín.
muy bonita historia.
Saludos.
Muy bueno!
=) HUMO
A veces creemos estar atados a algo que no existe y que tal vez no vale la pena.
Muy buena moraleja.
Pd: pobre camellito!! jaja
Besos
sin cadenas... me gustó venir.
Un beso!!!
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