Una viejecita fue al Supermercado y puso en su canasta las latas más caras de comida para gato. Cuando fue a pagar a la caja, le dice con orgullo a la cajera:
.-Sólo compro lo mejor para mi gatito.
La cajera le responde:
.-Lo siento, pero no le podemos vender comida para gato sin que usted tenga pruebas que tiene un gato. Muchos ancianos compran comida para el gato y ellos mismos se la comen. La gerencia quiere pruebas de que usted tiene gato.
La viejita se fue a casa, agarró su gato y lo llevó al supermercado. Entonces le vendieron la comida para gato.
Al día siguiente, la señora fue al mismo supermercado y compró galletas para perro.
La cajera esta vez le exige prueba de que ella también tenía un perro, alegando de que muchos ancianos a veces comen hasta la comida del perro.
La señora fue a casa y regresó trayendo a su perro. Finalmente le vendieron las galletas para el perro.
El siguiente, la viejita volvió al super con una pequeña caja que tenía un hueco en la tapa. La viejecita le pidió a la cajera que metiera su dedo en el hueco de la caja.
La cajera no quería, pero la viejecita le aseguró que no había nada en la caja que la fuera a morder.
Entonces la cajera rápidamente mete y saca el dedo del hueco de la caja y le dice a la viejecita:
.-Pero esto... ¡¡tiene olor a mierda señoraaaaa!!
La viejecita, con una sonrisa de oreja a oreja, le dice a la cajera:
.-Ahora, querida, ¿puedo comprar tres rollos de papel higiénico?
2 comentarios:
Jaja, esto estuvo gracioso.
Me gusta el nombre de tu blog.
<3 Lauren
Me alegro que te guste.
El nombre no es muy original, la verdad es que hay muchos con este nombre , he estado alguna vez por cambiarlo pero a estas alturas ....
Saluditos
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