Los padres tenemos que marcar límites; los niños los precisan. Dar a los niños de todo : juguetes, dinero, objetos , es un error, haremos de ellos unos egoístas y consentidos caprichosos.
Se cuenta la historia de una niña que por la noche llamaba desde su cama y decía:
.-Papá ven-. y el papá fue y le dijo:
.-¿Qué quieres, hija?.-, y ella no contestó.
Al rato gritó:
.-Papá, ven.-, y el papá fue y le dijo:
.-¿Qué quieres, hija?.- y ella no contestó.
Así muchas veces, hasta que al final la niña exclamó:
.-Que me digas no.-.
1 comentario:
Ciao Francesca.
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