miércoles, 13 de octubre de 2010

MIEDO CONTRA MIEDO




A Kari le gustaba cazar. Un día después de haber andado mucho tiempo, sintió hambre. Vio cerca una aldea y se dijo: "Voy a pedir un poco de potaje".

Le dieron de comer y de beber. Cuando se sació, pensó: "¿Y para que voy a ir a otro sitio, si aquí me han tratado bien?". Decidió quedarse a vivir allí. Le dieron un campo para que lo cultivase. Se hizo una cabaña y al poco tiempo buscó esposa y se casó.

Un día que no tenía nada que hacer en el campo, le dijo a su mujer:

.- Hace mucho tiempo que no voy a cazar. Iré al bosque y traeré una hermosa pieza.

Cogió la lanza, que estaba mohosa, y se encaminó a la selva. No pensó que en ella había muchas fieras. Se adentró siguiendo unas huellas. De repente, llegó corriendo un león. Se detuvo a pocos pasos y parecía que tenía mucha hambre.

El rey de la selva abrió su gran boca y dio tales rugidos que las hojas de los árboles empezaron a caerse.

No había por donde escapar. Kari, miró a su alrededor. A la derecha había un gran matorral lleno de espinas y se lanzó a el sin pensarlo dos veces. Las espinas le desgarraron la piel, pero el miedo que tenía a ser devorado por el león era mas grande que el dolor.

El león se acercó al matorral, pero cuando vio el tamaño de las espinas, prefirió sentarse a esperar. Esperó tres días, pero hambriento y desilusionado , se marchó.



Mientras tanto en la aldea, se habían dado cuenta de que el cazador no había regresado. Y mandaron a Amadou, un famoso cazador, para que lo buscase.

Amadou pasó junto al matorral espinoso.

.-¿Quien es?.- preguntó una voz que salía de las punzantes espinas.

.-Soy Amadou y estoy buscando a un hombre llamado Kari que se ha perdido en esta selva.

.- Yo soy ese hombre. Ayúdame a salir de estas espinas.

.-¿Como te las arreglaste para entrar?.

.-El miedo al león me hizo meterme aquí.

.-Pues no te preocupes que yo te haré salir.

Amadou buscó hierba seca, la colocó alrededor del matorral y le prendió fuego. Al verse rodeado por las llamas, el cazador se lanzó a través de las espinas y salió.

FÁBULA DE BENIN.


Es muy cierto que un miedo quita otro miedo.


7 comentarios:

Gildo Kaldorana dijo...

Primer.....
Esteeee, la verdad que el miedo te da alas.
Yo he visto muy valientes guerreros, que cuando van al dentista se acongojan (acojonan)y abandonan la consulta.
Un gran abrazo para una gran pensadora.

MORGANA dijo...

El miedo te hace ser valiente...paradójico¿verdad?
Besos.

Unknown dijo...

dicen que el miedo no te deja avanzar
te paraliza los sentidos...
pero qué cierto esta historia que hoy nos traes...
me encantó!!

por cierto, me ha gustado mucho el cambio de look, hacía días que no venia...ese fondo colorido me alegra

Un besazooooo !!!

Marisol Cragg de Mark dijo...

Pues sí, a veces, es necesario saltar sobre tus propios miedos para salir adelante.
Recibe un cordial saludo.

Cele dijo...

Ante un miedo que nos paraliza, siempre hay un miedo mayor que nos vuelve a poner en marcha.
Muy buena la anecdota
Besos

Ivana Carina dijo...

Muy buen post! Me encantó!

Nos deja pensando...

Un placer venir a visitarte! =)

Besotes Guapa!


Gracias por pasar por mi blog y comentar!
Yo siempre te sigo por el Reader, así que él es el culpable (¿?) de que no venga a comentar, jaja!
Gracias otra vez por pasar, en serio!
Besotes corazón!
=)

JARA dijo...

El instinto de supervivencia vence todos los miedos.
Hace poco que he descubierto tu blog y me encanta.
Un abrazo.

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abracitos

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