Valle Inclán estaba tan delgado que casi se había vuelto transparente.
Un día, su amigo Blasco Ibáñez, que por el contrario estaba excesivamente rollizo o, lo que es lo mismo, demasiado gordo, le dijo:
.-Don Ramón, al verle a usted, uno diría que hay hambre en el país.
Y Valle Inclán, que además de ser muy inteligente tenía bastante mal genio, replicó al momento:
.-¡Hombre, ya!. Pues al verle a usted, uno comprendería por qué la hay.
3 comentarios:
buen texto, bastante filosofico por lo demás.
saludos que andes bien.
Buenisima esa replica, los genios transmiten a la velocidad del rayo la grandeza de sus encantos...
Abrazzzusss
Menuda contestación... me cuesta imaginar la cara que se le debió quedar al Sr. Basco Ibáñez.
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