YA LO SÉ

En un pueblo había dos salas de cine. Un muchacho de unos catorce años acudió a una de ellas. Coincidió que aquel día proyectaban una película de la Metro. Al empezar la proyección aparecía en la pantalla el logotipo de la productora...el león. Al verlo, el chaval exclamó muy convencido:

.-¡¡Esta película ya la he visto!!.

Se levantó y se marchó a ver la que ponían en la otra sala.

Muchas veces reaccionamos así en los temas de nuestra vida. Porque algo nos suena, porque hemos oído hablar de esto o aquello, ya creemos saberlo todo.

El muchacho, por el primer minuto de la película, se perdió todo lo que venía detrás.

Las verdades de nuestra vida llevan dentro una riqueza inagotable. Por mas que uno sepa, siempre podrá conocer y comprender más y mejor.

Muchos han perdido el hambre de formación por saber que ya se lo saben. Los que de verdad saben, ansían saber mas. Cuando menos se sabe, más se cree saber y menos afán se tiene de conocer a fondo. Y cuando menos se sabe de una cosa también menos se la valora.

El interés por aprender y saber refleja la medida de lo que sabemos.